THANK U EX

Cuando lo de nosotros terminó, soñé muchas veces encontrármelo en la calle. Cruzarnos, mirarnos y luego decirnos “¡Hola!” como si nunca nada “malo” hubiese pasado, como si nunca me hubiera dolido, como si nunca hubiera sentido que el corazón se me arrugaba con solo decir su nombre o verle el “@” por error en twitter o instagram. Pero vernos, por esos días, y respondernos….
Él : “¿Qué nos pasó?
Yo : “Nada, solo empezamos a vibrar en distintas sintonías”
Así, con toda la sabiduría y la conciencia que conlleva entender esa respuesta. Que en este plano físico vibramos atrayendo lo que somos, no lo que seremos. Y sobre todo con la conciencia y la madurez de entender que nada nunca es personal, que todo es un aprendizaje y que todo es perfecto.
Quería hablar de “THANK U, NEXT” de Ari desde el primer momento que la escuché, porque me sentí reee identificado con esa canción. Me parecía que era como si una de las cartas que escribí cuando estaba en medio de una tusa se volviera canción. Y en lo personal: pienso que #thankunext es una declaración que no habla de la lista de ex’s que tiene alguien y ya, sino que es un mensaje desde la gratitud, de haber entendido la importancia de cada uno de ellos en su vida para ser lo que ella es hoy.
Un aprendizaje que, como lo dije antes, solo se llega a él cuando la herida se sana, cuando el ciclo se cierra y cuando estás profundamente hablando desde el alma y no desde el ego. Un aprendizaje que decidimos asumir en el momento en que entendemos que la gente no nos hace nada, que no hay que buscar culpables afuera ni intentar hacer juicios hacia otros. Que todo está en nosotros mismos, porque la gente hace cosas y nosotros, con nuestras creencias-historia-asociaciones somos los que decidimos como tomamos y asumimos eso que el otro hace. Algo que entendí luego de partirme el corazón muchas veces.
Yo era de los que creía que si el amor no dolía, no era amor. Que si lo que yo sentía no tenía un poquito de incomodidad o sufrimiento no eran realmente cosas legítimas sino caprichos. Por eso cuando estaba en relación con alguien, siempre saboteaba las cosas para que me dolieran y así experimentar que lo que sentía si era “real” (Pffffff yo sé, que estupidez).
Cuando se terminaban las cosas con alguien. Luego de muchas lágrimas, me comenzaba a preguntar ¿Qué había mal en mí?, mientras escuchaba mi playlist de Lipotusa y escribía y quemaba cartas desahogándome por todo lo que sentía cuando, hasta ese momento, yo aún creía que ellos eran los culpables de romperme el corazón. Mientras intentaba responder la pregunta “¿qué nos pasó?” una y mil veces.
Al principio, desde mi ego adolorido, solo me seguía auto-saboteando, diciéndome que se había acabado “porque no era lo suficientemente hermoso físicamente”, “porque no tenía el cuerpo de tal manera”, “porque no era masculino” o “porque me faltaba X o Y cosa”. O veces me dedicaba a culparlos y señalarlos a ellos, pintándolos en mi cabeza como unos monstruos, que dañaron y rompieron el corazón de la princesa. Un montón de estupideces que me decía simplemente para sabotearme o para sentirme “mejor”, así fuera temporalmente, ya que siempre es mucho más fácil olvidarse de un villano que de un príncipe. Sintiendo todo el dolor que pudiera experimentar mi corazón ya fuera desde la decepción de ellos o desde mi auto-sabotaje, pero estando preparado para comenzar a “dejarlo ir” tocando fondo.
Luego de muchas lágrimas, de muchas cartas quemadas y de muchos intentos fallidos por pretender soltarlo desde la herida, me daba cuenta que lo único que hacía era amarrarlo más a mí y que por ende, esta no era la solución, que tenía que cambiar de estrategia porque la que estaba aplicando no estaba funcionando.
Fue cuando decidí abortar misión desde el ego, desde creerme ese cuento de que “se va a arrepentir por dejarme ir” o “yo sé que va a volver arrodillado”, respuestas que nos damos simplemente para sentirnos “mejores seres humanos” y entregarles a ellos la culpa de todo simplemente por maquillar las emociones que experimentamos y no afrontarlas . Y es que ¿cómo iba a poder seguir? ¿Cómo iba a poder sanar el recuerdo de ellos si iba por la vida cargando emociones sin resolver? Sin afrontar o atravesar lo que sentía sincerándome conmigo mismo y sin mascaras.
SPOILER ALERT: La única manera de "soltar" y que no te duela algo, es sintiendo la emoción: el dolor, la tristeza, la rabia, la ansiedad, el miedo. Solo se supera el sentimiento cuando lo atraviesas, cuando lo vives, no cuando lo maquillas, lo embobas, congelas o lo ignoras.
Pero como lo dije antes: todo es perfecto, y en ese momento de mi vida no debía entender lo que entiendo ahora. Que para entender lo que entiendo ya tuve que haber vivido lo que vivió mi yo de antes. Como ellos tuvieron que estar en mi vida, así, en el mismo orden. Porque primero, con “D ” tuve que aprender sobre fluir y no forzar, para luego entender de “A” a recordar mi esencia, todo el poder femenino hermoso, mágico, sexy y deseable que habita en mí. Que luego cuando llegara “J ” yo aprendiera a darme mi lugar y a que nadie más me lo iba a dar si yo no me lo daba antes y como todo eso que yo buscaba emocionalmente que alguien me diera, me lo debía dar yo primero… y así, con “M ” abrir los ojos y ver que yo me merezco un amor hermoso.
Ninguno de ellos fue mi novio, pero fueron hombres supremamente importantes para mi, que aunque sin etiquetas o titulos tuve una historia con ellos. Así fue como sané el recuerdo de ellos en mi corazón: desde la gratitud. Reconociendo toda la grandeza del alma de cada uno como los maestros que fueron y que llegaron a mi vida porque mi alma los llamo, así como el alma de ellos me llamo a mí para enseñarles algo.
Nos atrajimos, por nuestras frecuencias. Las personas vienen y van de nuestra vida dependiendo en cómo estemos vibrando, atraemos siempre la frecuencia en la que estamos y cuando ya cambiamos de frecuencia es tiempo de marcharnos, de seguir. Y no quiere decir que es mejor nuestra energía que la del otro, simplemente son distintas, y tu ser busca energías afines. Por eso no es nada personal, las cosas no se acaban por algo personal o porque haya un culpable, es porque simplemente no somos el uno para el otro y ya. Las vibraciones afines fluyen, las vibraciones discordantes causan esfuerzo y desgano. Las energías afines, nos energizan. Es decir chiqui: Si estás forzando mucho, ahí no es.
“Thank u, Next” me hizo recordar como asumir y hacernos responsables de nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestras acciones hace que no busquemos culpables externos, sino que desde nosotros entendamos el sentido de lo que nos sucede y de lo que atraemos a nuestras vidas.
Que nadie nos parte el corazón, y que nadie nos hace daño… es una elección del alma para crecer y regenerarnos cuando nuestra alma necesita cambiar de vibración porque es momento de seguir, volar y evolucionar. A veces lo hacemos con quien tenemos a nuestro lado, otras veces lo hacemos solos, como ellos también, como todos lo estamos haciendo. Como todos estamos cambiando.
Gracias por leerme bebé.
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Besitos para ti <3