top of page

LOS SHORTS SON PARA LAS NIÑAS Y PARA LOS NIÑOS TAMBIÉN.


Desde aproximadamente unos 6 años comenzó a respirarse con más fuerza (en mi ciudad: Medellín-Colombia) un aire que venía soplando desde los 80’s ( que por cierto había inhalado completamente Olivia Newton John cantando PHYSICAL ) y que ventilaba un estilo de vida atlético y deportivo: en donde las personas esculpían sus cuerpos atravesando la vanidad física e involucrándola con el entrenamiento mental, se adoraba en un templo llamado “gimnasio” y las ofrendas eran sudor y lagrimas; la disciplina y la constancia fueron estandartes para esta diosa llamada: “FITNESS”, una macrotendencia que se tardó 3 décadas para llegar a mí.

Una vez en el gimnasio y a medida que re-descubría mi cuerpo, comencé a obsesionarme por mis piernas, “mis bombones”. Así que comencé a tratarlas como un tesoro: me depilo cada 15 días, las hidrato, las exfolio, me echo talquito de vainilla para suavizarlas y las perfumo con “Coconut Passion” o “Bombsehll” de Victorias Secret. Comencé usando algunas bermudas de hombre y me las remangaba, pero eran demasiado largas para mí y parecía con un par de flotadores al tener toda esa tela doblada; luego me puse algunas de “running”, pero sentía que me quedaban volando y mostraban mis piernas pero de una manera muy tímida; tenía que encontrar una prenda que dejara ver las piernas que trabajaba con tanto esfuerzo en el gimnasio y que además no me hiciera ver más “petite” de lo que soy, ¡ah! Porque por si no lo sabían soy petite (1,67mt).

& fue así, como un día entré decidido a la sección de mujeres en una tienda deportiva y me probé varios de los shorts para niñas, y fue ahí, en ese momento, cuando me sentí “un bombón”. Casi ni duermo esa noche por la ansiedad que tenia de ir al otro día con mis shorts al gimnasio, porque al fin me sentía completamente seguro y cómodo de ir a adorar a mi diosa FITNESS, luego de tantos años encontrando mi identidad, o más bien, mi versión en este mundo atlético.

Al día siguiente entrené como nunca y me hice moler por mis piernas soñadas. Salí del gimnasio, me puse los audífonos, le di play a Ariana Grande y comencé a caminar hacia mi casa, que por cierto, para llegar a ella tengo que atravesar una zona donde solo hay talleres para arreglar carros, o sea llena de mecánicos. Por esta zona que tiene un aroma muy particular que combina el aceite, el mugre, la testosterona y el sudor, pasaba caminando un chico que olía a coco y vainilla con unos “puti-shorts”, como muchos le dicen, a las 8 a.m, es decir: “hora de entrar a trabajar”. Mientras me veía en el reflejo de un carro como me lucían mis shorts, vi el reflejo de unos hombres y sus caras, yo me hacía “el loco”, pero desde ese momento y por el resto del camino, seguí fijándome de reojo en sus rostros.

Puse en pausa la canción para ver si escuchaba comentarios o murmullos, y no fue así. Estaban como asombrados: unos me veían como un animal mitológico, como si se les estuviera apareciendo una sirena, otros con miedo, una que otra cara hizo gestos de pudor y obvio no falto el que se río. Llegue a mi casa y mientras me duchaba pensaba en el trasfondo de sus caras: miedo, asombro, vergüenza y burla, era lo que expresaban, desconocimiento y un arraigo “seudo-moralista”. Entendí que se asombraban por que esperaban que solo una mujer usara ese tipo de prendas, que solo una mujer podía usar shorts, ya que en el imaginario, los medios de comunicación y diferentes industrias han dictaminado (desde el machismo) que el ideal de belleza hoy: es que un hombre trabaje sus brazos y torso y que una mujer trabaje las piernas y los glúteos, y que por ende esta zona erógena se le ha otorgado a las mujeres desde el siglo XX hasta hoy (cosa diferente en el siglo XVII en donde el ideal de belleza de un hombre, eran sus piernas).

Nadie me puede decir cómo ser hombre, porque si el género es una construcción social solo yo puedo definir lo que es ser hombre para mí. La gente no se imagina lo que para mí es usar shorts o más bien como me siento cuando los uso. Una vez más me encontré frente a otro momento de mi vida en donde un “hombre femenino” raya con lo normal de la cultura hiper-machista y ante su mirada masculina los incomodo. Les incomoda ver mis piernas depiladas, bronceadas y tonificadas solo porque no son para el consumo masculino.

& así les incomode demasiado, no voy a dejar de ponérmelos y tu tampoco. Nuestra responsabilidad está en re-educar lo que culturalmente nos han enseñado que “debe y no debe ser”, en dar el primer paso para que las cosas sucedan, para que las cosas puedan cambiar; no solo para juzgar, sino para construir, desde lo pequeño, desde el detalle, desde lo que soy, aceptándome tal cual y mostrándome de esa manera.

No estamos en la edad de quedarnos con las ganas de nada y menos por el “¿qué dirán?” o solo por el miedo a que nos señalen !!!!QUERAMONOS & ACEPTEMONOS COMO SOMOS!!!!! Que así sos hermoso y que todo empieza por vos, que la felicidad la tenés en las manos y que este es el momento de usar shorts o lo que queras ponerte, para que después no se vuelva un “yo siempre quise ponerme….”, sino un “a mí me encantaba usar….” Y lo recordés con satisfacción y no con nostalgia. No más bermudas remangadas, porque los shorts son para las niñas y para los niños también <3

Un besito bombones y si te gustó, compártelo :)

Mua.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

¿QUIERES HACER PARTE DE BTTM?

  • Black Instagram Icon
  • Black Twitter Icon
  • Negro del icono de Spotify
  • Black Pinterest Icon
  • Black YouTube Icon
bottom of page